¿Cómo encontrar tu propósito de vida cuando te sientes perdida?

Ya sea por cambios que estés enfrentando en tu vida o porque sientes que no tienes un norte a donde dirigirte, querer hacer un cambio en tu vida es lo más normal pero también debo decirte que no es nada fácil, lo bueno es que tampoco es imposible, con un poco de trabajo y las herramientas que te daré podrás encontrar tu propósito en la vida y empezar a actuar motivada.

Un poco de mi historia

Cuando quedé embarazada de mi primer bebé trabajaba como freelancer y tenía un montón de proyectos en pie, trabajaba para dos agencias de marketing, como Project manager de varios equipos de productos digitales, trabajaba en mi marca personal y para varias empresas más haciendo entre diseño, redacción y coordinación.

En definitiva, tenía las 24 horas de mi día ocupadas en tareas que, en muchos casos, no me llenaban, no me gustaban ni disfrutaba hacerlas. Al tener a mi bebé me propuse hacer un cambio en mi vida laboral soltando aquellos proyectos en los que no me sentía cómoda, para mi sorpresa eran muchos los que quería dejar de hacer.

Y aquí te va la primera herramienta para encontrar tu propósito de vida:

  1. Anota en un cuaderno todo lo que estás haciendo en este momento, ya sea laboral o personal. Escribe todas las actividades que haces de un lado y del otro vamos a colocar dos columnas más, en decir, tendrás en una hoja tres columnas, en la primera las actividades y en la segunda y tercera un check de positivo y una X de negativo.
  2. Una vez que tengas todas las actividades escritas vas a comenzar a depurar, colócale un check a las que te gustas, las que disfrutas y quieres seguir haciendo y una X a las que no te gustan.
  3. Cuando tengas la lista depurada vas a anotar esas actividades en una hoja limpia y te vas a comenzar a preguntar cómo te sientes con ellas, ¿Te dan sensación de tranquilidad? ¿Te emocionan? ¿Te ves haciéndolo por el resto del año?

Este es un ejercicio sencillo que, aunque no abarca todos los aspectos como los financieros, si te puede ayudar a tener un norte a lo que podrías dedicarte los próximos días del año.

Yo no me hago metas largas de años porque la verdad he descubierto que soy muy cambiante, así que prefiero hacer metas o establecerme objetivos de corto y mediano plazo.

Esta herramienta a mi me funcionó cuando tuve a mi primer bebé y ahora que tuve a mi segundo bebé ya no me funcionó, porque la verdad es muy pocas las actividades que estaba realizando ahora, pero te quiero compartir otras herramientas que utilicé para encontrar mi propósito.

Visualización e Ikigai

Comencemos hablando de la visualización, hay personas que siempre han tenido claro lo que quieren hacer y ser, se lo proponen y lo logran (bravo por ellas, no es mi caso), habemos otras personas que sabemos lo que queremos, pero a lo largo de nuestras vidas nos saboteamos por miedo y terminamos haciendo cualquier otra cosa (es mi caso), y por último están las personas que en definitiva no tienen ni idea de lo que quieres ser o hacer, para cada caso te presento una herramienta.

Sabes lo que quieres, te lo propones y lo logras:

Creo que si eres este tipo de persona no necesitas estar aquí, no hay alguna estrategia que te pueda ayudar porque no lo necesitas, sigue tu instinto para que logres lo que tanto has querido.

Sabes lo que quieres, pero te saboteas por miedo:

Bienvenida al club, somos muchos los que a diario nos sabotemos solo por el miedo, miedo al que dirán, al fracaso, a no ser suficientes, a no lograrlo y a mil cosas más. Si eres de estas personas aquí te va mi consejo para que derrumbes ese miedo y te atrevas.

  1. Ponte en acción: Es lo más obvio pero lo más difícil de hacer. Si ya tienes visualizada tu meta, si sabes lo que quieres hacer o ser solo debes tomar acción y para ello te recomiendo escribir, si, escribe todo lo que quieres lograr, cuando lo plasmamos en papel somos capaces realmente de visualizarnos, cuando dejamos esos trazos en una hoja nuestro cerebro hace una conexión especial.
  2. Crea un plan de acción: para alcanzar esa meta que tienes debes crear acciones y trabajarlas cada día para cumplirla, algo que me funciona a mi es colocar en un lugar visible mi meta, la escribo en un post-it y la dejo a la vista, de esta manera cuando tengo dudas vuelvo a ella, la leo y me centro en lo que quiero.
  3. Revisa tu meta: es probable que tu meta cambie o se modifique a medida que van pasando los días o meses y es normal, somos seres cambiantes y eso no debe darnos miedo, solo cambiando es que lograremos descubrir lo que verdaderamente queremos, es un trabajo constante por eso debemos tener paciencia.

Bonus: si te cuesta ponerte en marcha te recomiendo dos herramientas:

Regla de los 5 segundos:

La regla de los 5 segundos me encanta porque es una forma inmediata de obligarte a hacer las cosas ¿Cuántas veces te ha pasado que estas tirado en el sofá y te pones a pensar y pensar en eso que tienes que hacer pero mientras más lo piensas más flojera te da? Bueno, esta técnica te va a sacar del sofá y te va a obligar a hacer eso que tanto has procrastinado.

Esta técnica fue creada por una mujer increíble llamada Mel Robbins, quien es considerada una experta en cambio y motivación.

La regla de los 5 segundos se trata de tomar acción antes de que tu mente decida no hacerlo, aquí te explico cómo funciona.

Cuando tienes en la mente una actividad que debes hacer, en lugar de dejar que tu mente te ponga mil excusas para no pararte y tomar acción, vas a contar de forma regresiva del 5 al 1 e inmediatamente te levantarás y harás eso que estabas pensando hacer, por ejemplo: Debes comenzar a escribir un post para tus redes sociales, en lugar de empezar a dudar como lo harás, de qué hablarás o antes de que surja cualquier miedo vas a contar: 5.4.3.2.1 y te sientas frente a la computadora, con tu cuaderno o como mejor prefieras y comienzas a trabajar en ello.

Esta es una técnica absolutamente sencilla de entender y a veces resulta difícil creer como algo tan sencillo puede hacer cambios tan increíbles en tu vida.

Te invito a que te animes a hacerla, cuando logres cumplir tus metas y objetivos, por pequeños que los creas, te sentirás realizado y capaz y créeme, ese es un sentimiento que te hará cumplir todo lo que te propongas de allí en adelante.

Técnica Pomodoro

Ahora déjame que te hable de una técnica de estudio que te va a ayudar para que mantengas la concentración en tus proyectos, te permitirá ser más organizado y lograr los objetivos que te propongas.

Se trata de la técnica Pomodoro, existe desde los 80’ y fue creada por un señor llamado Francesco Cirillo, él ideó trabajar por bloques de 25 minutos seguido de 5 minutos de descanso, los pasos para ser productivos con esta técnica son los siguientes:

  1. Antes de iniciar un pomodoro (bloque de 25 minutos) debes elegir qué tarea realizarás, debe ser solo una, nada de hacer varias cosas a la vez la idea es estar enfocado en solo una cosa.
  2. Una vez que hayas elegido la actividad en la que vas a trabajar deberás iniciar un temporizador, puedo colocarla en tu celular, reloj o incluso hacer como yo que tengo una extensión en mi navegador de internet que me avisa cuando han pasado los 25 minutos. También existen muchas aplicaciones móviles que puedes usar, solo busca en la tienda de tu teléfono Pomodoro y encontrarás muchas opciones.
  3. Al comenzar tu pomodoro o bloque de trabajo debes iniciar la tarea y no parar hasta cumplidos los 25 minutos, tu atención debe estar 100% enfocada en esa tarea. Para que seas realmente productivo no veas el celular ni ninguna notificación que te llegue, debes estar solo concentrado en esa tarea durante todo ese tiempo, te sorprenderá todo lo que puedes lograr en solo 25 minutos.
  4. Cuando termines el pomodoro deberás marcarlo como terminado para que inicie tu primer descanso de 5 minutos, los cuales deberás usar para descansar la vista, manos o hacer algún estiramiento, ir al baño, tomar un café o servirte un vaso de agua, la recomendación, es que uses este breve momento para que te prepares para iniciar un nuevo pomodoro. Evita quedarte sentado viendo pantallas o perdiendo el tiempo en cosas improductivas, ya que hará que bajes tu nivel de concentración.
  5. Al iniciar un nuevo pomodoro debes seguir las instrucciones que te mencioné en el paso 3 y luego tomar otro descanso, lo ideal es que hagas 4 pomodoros y luego tomes un descanso largo de 20 minutos el que podrás hacer lo que quieras.

El ciclo del pomodoro se reinicia cuando logras hacer cuatro bloques de 25 minutos con 5 minutos de descanso cada uno pero esto no es una regla que no puedas cambiar, esta técnica la puedes adaptar a tus necesidades, tal vez no necesites de 4 pomodoros para terminar una actividad, puede que solo con 2 te sea suficiente para terminar la tarea que te marcaste o que los bloques sean de mayor o menor tiempo, lo importante es que te atrevas a usarla y a sacarle provecho.

No tienes idea de lo que quieres ser o hacer:

Si eres este tipo de persona te voy a recomendar una herramienta que a mi me funcionó cuando estaba perdida, cuando no sabía qué hacer con mi vida, me fue de mucha utilidad y la verdad la aplico cada cierto tiempo.

Se trata del Ikigai, es un concepto japones que se traduce en algo como “el valor de la vida” o “la razón por la cual vivimos”. Se trata de un concepto que busca encontrar una razón para levantarse cada día, sentirse motivado y feliz, y tener un propósito que va más allá de la mera supervivencia.

En la cultura japonesa, el Ikigai se entiende como una mezcla de cuatro elementos fundamentales: lo que amas, lo que eres bueno haciendo, lo que el mundo necesita y lo que puedes ser recompensado por hacer. Cuando estos elementos se combinan, se encuentra el Ikigai, el propósito de vida.

Lo que amas hacer

Se trata de encontrar aquellas cosas que te apasionan y te hacen sentir bien, aquellas actividades que te hacen perder la noción del tiempo y que te llenan de energía positiva. Para encontrar el Ikigai es necesario que encuentres aquello que te hace vibrar y te hace sentir vivo.

En lo que eres bueno

Es importante que reconozcas cuáles son tus habilidades y talentos, aquello en lo que destacas y lo que te diferencia de los demás. Descubrir lo que eres bueno haciendo te permitirá desarrollar tus habilidades y destacar en lo que haces.

Lo que puedes aportar al mundo

Se trata de encontrar aquellas necesidades o problemas que puedes resolver a través de lo que amas hacer y lo que eres bueno haciendo. Al encontrar una necesidad en el mundo que puedes resolver, estás contribuyendo a hacer un mundo mejor y eso te dará una sensación de satisfacción y realización personal.

Por lo que te pueden pagar

No se trata solo de encontrar algo que te guste hacer y que el mundo necesite, sino también de encontrar algo que te permita obtener una recompensa. Esta recompensa puede ser económica, pero también puede ser emocional, como sentirse valorado y reconocido por lo que haces.

Adoptar el Ikigai como forma de vida implica una serie de beneficios para la salud mental y emocional. El tener un propósito de vida claro ayuda a reducir el estrés y la ansiedad ya que aumenta la autoestima y la confianza mejorando la calidad de vida en general.

Para adoptar el Ikigai como forma de vida te recomiendo que le dediques tiempo y esfuerzo para conocerte y reflexionar, no es algo que podrás hacer de un día para otro, debes ser paciente. Pregúntate cuáles son tus pasiones, habilidades, necesidades y recompensas, y trata de encontrar puntos en común.

Encontrando tu Ikigai

Déjame explicarte cómo harás el ejercicio, puedes descargar e imprimir la plantilla que te dejo al final de este post o dibujarlo a mano en un cuaderno, puedes hacerlo con los círculos o simplemente en cuatro recuadros.

En primer lugar vas a escribir todo lo que amas hacer, lo que te gusta y disfrutas. Puedes incluir actividades como leer, pintar, cantar, entre otras.

En el segundo círculo o cuadrante, escribe todo lo que se te da bien hacer, en lo que eres bueno. Por ejemplo, cocinar, escribir, organizar.

Ahora piensa en todas aquellas habilidades y conocimientos valiosos por los que los demás estarían dispuestos a pagarte. Por ejemplo, tus estudios formales en alguna especialidad.

Para terminar describe todo lo que serías capaz de hacer por los demás o por el planeta, aunque no te paguen por ello. Por ejemplo, rescatar animales de la calle, reforestar un espacio verde o cuidar niños. Recuerda que esto debe ser algo que harías con voluntad propia y contra toda dificultad.

Une los círculos o cuadrantes de acuerdo con el gráfico que viste anteriormente y ve descubriendo poco a poco tu pasión, misión, vocación y profesión.

Una vez que hayas descifrado estos cuatro aspectos de tu vida, pregúntate si para cada uno coincide lo que anotaste con lo que estás haciendo en este preciso momento en tu vida. Si no es así, entonces ya sabes lo que tienes que hacer desde ahora: empezar a cambiarlo.

Cuando equilibres los cuatro pilares de tu vida, habrás encontrado tu Ikigai, te sentirás más motivado día a día e incluso más feliz.

Aquí debajo te dejo un ejemplo de un Ikigai para que te animes a hacer el ejercicio.

Resumen del Ikigai según cada área: Misión, vocación, profesión y pasión

Análisis del Ikigai: Engranaje de cada área

Ahora te toca a ti:

Rellena el formulario a continuación y descarga la plantilla que cree para ti y comienza tu ejercicio, si necesitas ayuda déjame un comentario o escríbeme por Instagram.

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